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Como mienten los Terroristas de Estado

11.02.08

Investigación
¡Como mienten los Terroristas de Estado!
Indymedia Colombia
dhcolombia / Domingo 26 de agosto de 2007

http://colombia.indymedia.org/news/2007/08/71283.php

¡Como mienten los terroristas de Estado!
La toma armada del Estado Colombiano por
el paramilitarismo o “Aguilas Negras”

Desde que se inicio el supuesto “proceso de negociación” y mal llamado “proceso de paz” con los paramilitares, se han registrado a la fecha, aproximadamente 2500 casos de violaciones a los derechos humanos, cuyo autor son los renombrados como “Aguilas Negras”, que han incursionado con sus acciones de muerte en cada rincón del país, con la permanente complicidad de las fuerzas militares, la policía y funcionarios de gobierno, evidenciando esta parodia, que le ha sido útil al gobierno Uribe para legitimar la barbarie ante el mundo. Al mismo tiempo se mantienen las confrontaciones entre las propias bandas y jefes paramilitares, como la que eliminó al “Bloque Centauros” y la última ocurrida entre Mancuso-Don Berna y “Macaco”, que le ha costado a éste perder los beneficios del “proceso”.

La estructura paramilitar mantiene su organización, con camuflado o de civil, unos han rotado de territorio, otros se disputan, a tiros o con votos, zonas y corredores estratégicos de narcotráfico, pero sus actividades continúan, algunos se mantienen en altos cargos de gobierno o aspiran públicamente a ellos, los paras que vacacionan en las cárceles siguen dando ordenes de exterminio y el país aumenta sus fosas comunes. La situación es tan alarmante que la OEA advierte ingenuamente un avance de grupos criminales en varios departamentos del país, así mismo, la “Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación” ante los innumerables casos de horror a manos de estos asesinos insinúa pobremente esta situación. Todo esto vislumbra un panorama desalentador.

Desde que se inicio el supuesto “proceso de negociación” y mal llamado “proceso de paz” con los paramilitares, se han registrado a la fecha, aproximadamente 2500 casos de violaciones a los derechos humanos, cuyo autor son los renombrados “Aguilas Negras”, que han incursionado con sus acciones de muerte en cada rincón del país, con la permanente complicidad de las fuerzas militares, la policía y funcionarios de gobierno, evidenciando esta parodia, que le ha sido útil al gobierno Uribe para legitimar la barbarie ante el mundo. Al mismo tiempo se mantienen las confrontaciones entre las propias bandas y jefes paramilitares, como la que eliminó al “Bloque Centauros” y la última ocurrida entre Mancuso y “Macaco”, que le ha costado al segundo, perder los beneficios del “proceso”.

Comenzando en la región del Pacífico con casos como Chocó, en donde la pobreza, el hambre son resultados de la corrupción, el paso del narcotráfico, los ataques indiscriminados de los armados y olvido consiente del gobierno; en el Valle del Cauca, con la “operación limpieza” promovida por tropas del Batallón Palace y Codazzi o las “Rondas Campesinas Populares” (AUV) y las bandas de narcotráfico; en el Cauca, donde el pie de fuerza aumento por ser zona propuesta para el intercambio, las aguilas amenazan y horrorizan la población; en Nariño, con las fumigaciones toxicas indiscriminadas en todo cultivo por ordenes del gobierno y el asedio y la persecución a diferentes sectores de los Mano Negra, Aguilas Negras, los rastrojos y las llamadas Organizaciones de nueva generación.

En la región amazónica en el Putumayo y Caqueta, el frente andaquies tras la farsa de la desmovilización cambia su nombre para continuar el manejo del narcotráfico de la zona, continúan los ametrallamientos, desplazamientos y asesinatos selectivos en indígenas y campesinos.

En la región de la Orinoquía, Arauca, los ajusticiamientos a ojos de autoridades civiles locales, de la policía, del ejercito de la brigada 18, móvil 5 en Arauca y brigada 16 de Casanare, y del organismo de inteligencia DAS; en Meta, Casanare y Vichada, actúan como Aguilas negras, “cooperativas de seguridad”, se disputan las zonas de cultivos de coca entre paras, extorsionan, amenazan y asesinan.

En la región Atlántica, la Guajira, las redes de sicarios y gatilleros apoyados por la SIJIN que hoy cobra más de 200 muertos; en Magdalena, Atlántico y Bolívar, un plan de aniquilamiento contra desmovilizados que se nieguen a armarse, sigue la extorsión a los agricultores, operan como grupos criminales urbanos, las persecuciones políticas, amenazas y asesinatos continúan y los viejos mandos paramilitares como Salomón, Negro Rojas, 5-5, 5-7, 101, Lucho, Chaparro y Jorge 40 entre otros, se escuchan ya sea por acciones conjuntas o por disputas entre ellos por control de cultivos y puertos clandestinos; Cordoba, Sucre, allí ni siquiera se desmovilizaron, arrasan con todo lo que se acerque a sus cultivos ilícitos en connivencia con la fuerza pública.

En la región andina, en el Magdalena Medio, en operaciones bajo el mando del coronel Castellanos denominada “fuerza de tarea conjunta”, de las tropas de la 14a y V brigada con las águilas negras; en Norte de Santander, en algunas zonas la Brigada 30 se presenta como “Águilas Negras” y la Brigada Móvil No. 15 amenaza con nuevas incursiones; en Santander las Aguilas Negras, los Sayayines y los Mellizos, que están extorsionando comerciante y ganaderos del departamento, además responsables de varios asesinatos; en el Tolima y Huila, con las intimidaciones y vacunas en presencia de la Sexta Brigada del Ejército; en Cundinamarca donde el número de fosas comunes es mayoritario, la extorsión, el asesinato y el secuestro chapa de las Águilas negras; en Antioquia, allí el paramilitarismo clásico se mantiene, Don Berna, controla buena parte del accionar criminal en Medellín, el reclutamiento y la hegemonía de estos tiene en vilo a los barrios populares o comunas; y en el Urabá que comprende la parte norte del Choco y de Antioquia, sigue la bipolaridad de la Brigada XVII, la policía y organismos de inteligencia/Renacer y Aguilas Negras, legalizado hace muchos años con el sistemático exterminio a la población civil.

La estructura paramilitar mantiene su organización, con camuflado o de civil, unos han rotado de territorio, otros se disputan, a tiros o con votos, zonas y corredores estratégicos de narcotráfico, pero sus actividades continúan, algunos se mantienen en altos cargos de gobierno o aspiran públicamente a ellos, los paras que vacacionan en las cárceles siguen dando ordenes de exterminio y el país aumenta sus fosas comunes. La situación es tan alarmante que la OEA advierte ingenuamente un avance de grupos criminales en varios departamentos del país, así mismo, la “Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación” ante los innumerables casos de horror a manos de estos asesinos insinúa pobremente esta situación. Todo esto vislumbra un panorama desalentador.

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