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30.05.13: Con irregularidades jurídicas y terror militar se pretende desplazar a la comunidad de Pitalito
21.05.13: El MOVICE apoya el retorno de la comunidad desplazada de Pitalito (Cesar)
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28.09.07
La semana pasada, la Asociación Campesina de Arauca (ACA) realizó la segunda de tres partes de una escuela de técnicas de la agricultura orgánica en la vereda de El Oasis (municipio de Arauquita). En su primer viaje en más que año y medio a este departamento rico en petróleo pero devastado por la guerra, ubicado en la frontera oriental de Colombia con Venezuela, el Observatorio Internacional de la Paz acompañó a la ACA en El Oasis del 20 al 22 de septiembre.
La ACA, junta con varios movimientos campesinos en toda Colombia, está cada vez más animada para que el campesinado adopte técnicas de agricultura orgánica que se consideran van a proteger el medio ambiente y la salud de los campesinos, así como liberarlos de la dependencia, toxicidad y costos de los fertilizantes, herbicidas y pesticidas controlados por las multinacionales de los agroquímicos.
“En las partes más aislados o violentos del país, ahí es donde la gente se interesa más en la agricultura orgánica”, dijo Juan Mendoza, secretario general de FENSUAGRO (Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria). Mendoza estudió agronomía en la Universidad Nacional de Colombia y dirigió estos talleres en Arauca, igual como ha hecho en muchos partes del país. “La gente no tiene acceso a los químicos que necesitan y deben buscar las maneras de cultivar con lo que tienen disponible”.
En Arauca, departamento que ha sido sometido a varias olas de fumigaciones aéreas destructivas en los últimos cinco años debido a la presencia de la coca, existe muy poco amor por Monsanto. La gigantesca empresa química produce la formula secreta de el herbicida que se esparce sobre comunidades enteras, destruyendo tanto los cultivos legales como los ilegales y así empobreciendo a los habitantes. Varias personas dieron testimonio de los efectos nocivos de dichas fumigaciones que se presenten en los ríos y suelos, y también en las enfermedades que resultan. Pero con poco conocimiento de técnicas alternativas, los campesinos en Arauca siguen comprando semillas y insumos de Monsanto y empresas similares.
En el taller varios campesinos dieron testimonio de los efectos nocivos de dichas fumigaciones que se presenten en los ríos y suelos y también en las enfermedades que resultan. Lo paradójico del caso es que debido al poco conocimiento de técnicas alternativas, los campesinos en Arauca siguen comprando semillas y insumos de Monsanto y empresas similares.
Durante el primer día de los talleres, Mendoza criticó el uso de químicos tóxicos entre los campesinos de la región, así como la monocultura de la yuca y el plátano que existe en los campos. Para un suelo más sano y mejor nutrición, dijo, cada finca debería tener “por lo menos veinte cultivos diferentes. Estas tierras sirven para otras cosas: frijol, maní, ajonjolí, frutas, entre otras”.
Según Mendoza, a pesar del surgimiento de agricultura industrial a gran escala al estilo norteamericano, el 75 por ciento de la comida en Colombia todavía la producen los pequeños productores. Pero las prácticas tradicionales del pasado han dado paso al uso generalizado de los mismos insumos químicos que usan las granjas industriales.
La práctica de agricultura orgánica, dijo, es por naturaliza incompatible con la agricultura química a la que están acostumbrados los campesinos. Los estudiantes fueron animados a usar en su lugar un sistema de caldos fabricados de diferentes mezclas de minerales y insumos orgánicos y dejados a fermentar durante un periodo de uno a 50 días, dependiendo del caso.
Con la instrucción de Mendoza, los estudiantes crearon tres caldos de muestra. Uno fue un fertilizante hecho de mierda de vaca, leche y varios otros insumos, y que dejaron sellado en un barril de plástico para varias semanas. Otro fue un liquido para repelar (pero no matar) a los insectos, hecho de cal, azufre y agua hervido en un cilindro de metal y dejado durante una noche. Como el repelente se preparó rápido, los estudiantes pudieron practicar aspirarlo en una platanera cercana que pertenece a la ACA, y que servirá como una especie de programa piloto para este proyecto.
El tercer caldo se mezcló ahí en el mismo campo, con sulfatos de cobre, zinc y magnesio y cal, una mezcla pensada para tratar una enfermedad de que ya padecían estas plantas de banano.
Dejar atrás los métodos de agricultura “capitalistas” para adoptar los “socialistas” no es sólo cuestión técnica sino social también. Una de las noches, Mendoza proyectó un video sobre una iniciativa de agricultura comunitaria en Honduras. “Mira como las familias estaban todos en el campo, trabajando juntos”, dijo. “Así se crea una sociedad que sigue para adelante”. Deplorando la falta de participación femenina (había una mujer solamente entre los diez estudiantes), Mendoza explicó que cuando las mujeres no tengan un papel activo en administrar la finca, la finca se debilita mucho. “Si el hombre se muere, o se tiene que ir, se muere la finca y la familia pierde la tierra”. Los niños también deben tener un papel, dijo: “Si no enseño a mi hijo a trabajar, lo que estoy criando es un delincuente.”
La asistencia en los talleres estuvo mucho más bajo que lo esperado, cosa desilusionaste que se mencionó mucho durante los días del evento. Aunque más que 20 personas se había comprometido a asistir, llegaron sólo diez campesinos, la mayoría de Oasis y sus alrededores. La primera sesión de la escuela había tenido casi 30 estudiantes. Tanto los estudiantes como los organizadores se acordaron en que esto debía sobre todo a la peligrosísima situación hoy en día en Arauca. Desde octubre del 2006, el ejercito ha lanzado operativos militares de manera constante a lo largo de las zonas rurales del departamento, fumigando, bombardeando y ametrallando a las veredas con tropas, avionetas y helicópteros. Los campesinos activos en organizaciones sociales se convierten en blancos para detenciones arbitrarios y hasta “ejecuciones” extrajudiciales.
Se suma a esto el conflicto más reciente entre los dos grupos guerrilleros, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejercito de Liberación Nacional (ELN). Durante más que año y medio, los dos grupos se encuentran peleando no sólo con el estado Colombiano sino entre sí mismos. Cómo empezó no queda claro, pero desde que surgió la violencia, pasan de un asesinato por venganza a otro. La población civil ha sufrido mucho de esto, ya que campesino no armados pero supuestamente afiliados a un grupo son amenazados y a veces asesinados por el otro.
El Observatorio Internacional de la Paz acompañó a la ACA en El Oasis del
A causa de esta situación, IPO no ha podido entrar a Arauca o hacer acompañamiento físico a la ACA durante 18 meses.
Pero la ACA y los comunidades que lo conforman dicen que están comprometidas a seguir adelante y construir un futuro mejor para ellos mismos y por todo el campo Colombiano. Quedó claro que en El Oasis, la ACA goza de un gran apoyo. Los habitantes recibieron con felicidad a sus líderes, a FENSUAGRO y a IPO.