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31.05.08: Antioquia, nuevos maltratos del batallón Calibío contra la población civil
28.05.08: “Limpiar y mantener”: falsos positivos y eliminación de la organización social
27.05.08: Conferencia de solidaridad con la ACVC en Ginebra, Suiza
27.05.08: Audiencia especial en el parlamento europeo sobre la persecución estatal a la ACVC
16.05.08: Celebramos la libertad de Ramiro Ortega, repudiamos juicio a Miguel González Huepa
15.05.08: Sobrevivientes de masacre en Ecuador: Uribe acabó con esperanzas de miles de colombianos
14.05.08: Oposición colombiana acusa a Uribe de extraditar paramilitares para salvar a políticos
13.05.08: Jefe paramilitar asegura que todas las bananeras les pagaron ''impuestos'' a las AUC
28.07.13: Cierre de actividades de International Peace Observatory
30.05.13: Con irregularidades jurídicas y terror militar se pretende desplazar a la comunidad de Pitalito
21.05.13: El MOVICE apoya el retorno de la comunidad desplazada de Pitalito (Cesar)
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18.02.08
Los campesinos del nordeste antioqueño se declaran en campamento humanitario de refugio interno
Asociación Campesina del Valle del río Cimitarra / Domingo 17 de febrero de 2008
Debido a la constante violación de los derechos humanos y las infracciones al derecho internacional humanitario por parte del estado colombiano y ejecutadas por el Ejército Nacional, los campesinos del nordeste antioqueño se desplazaron a la vereda Puerto Nuevo Ité (La Cooperativa) del municipio de Remedios, conformando un campamento humanitario. El objetivo es proteger sus vidas, es una medida de extrema seguridad para evitar que sigan los asesinatos selectivos, es buscar un refugio porque el ejército, en lo transcurrido del año, ha ejecutado extrajudicialmente a dos campesinos.
El 15 de febrero de 2008 arribó al caserío la comisión de verificación al nordeste antioqueño, la cual se conformó con representantes de entidades estatales, organizaciones sociales de Antioquia y el Magdalena Medio y por organismos internacionales. Ésta comisión recibió de la comunidad las denuncias de las múltiples violaciones a los derechos humanos, al derecho internacional humanitario y a la Constitución colombiana, constantes vejámenes en las que se incluyen amenazas, torturas, ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, judicializaciones, persecuciones, robos de sus pertenencias, presiones para firmar documentos de buen trato y extorsiones por parte de la fuerza pública.
El sábado 16 de febrero, habiendo terminando la reunión de la comisión con la comunidad, el ejército ingresa al caserío, los miembros de la comisión le dicen a la fuerza pública que no podía estar dentro del caserío porque es exponer a la comunidad y se estaría violando una de las normas del derecho internacional humanitario, a lo que un soldado del Batallón Calibío respondió de manera muy agresiva: “¡Hijueputa! Si nosotros no podemos entrar, ¿entonces quién puede?”. Y como siempre sucede, no quisieron dar sus nombres. “Si ese es el trato que nos dan a nosotros, imagínense cómo deben tratar a los campesinos”, se le oyó a un integrante de la comisión.
El domingo 17 ingresan nuevamente al caserío de Puerto Nuevo Ité al mando del coronel Wilson Ramírez Cedeño. No conformes con sembrar terror en el nordeste antioqueño, el ejército pretende “divertir y dar paz” a la comunidad objetivo de sus agresiones, e invitan a los campesinos refugiados en el sitio y a los habitantes del lugar a asistir al circo llamado acción cívico – militar, con lo que pretenden calmar el dolor de la muerte, terror que ellos mismos causan, con saltimbanquis, instructores de pintura, tal vez uno que otro payaso, que pretenden hacer reír a sus propias víctimas. Esta acción de doble moral la pretenden realizar el miércoles 20, como lo ordenó el coronel al mando de esta tropa militar.
Además están recogiendo documentos firmados “libremente” por algunos campesinos acusando a la Asociación Campesina del Valle del río Cimitarra (ACVC) y a la Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño (Cahucopana) de ser los desplazadores de campesinos e incitadores a que se queden en el refugio humanitario, continuando así la política uribista de la destrucción y desprestigio de las organizaciones sociales campesinas que luchan por soluciones reales de paz con tierra, vida y trabajo, pues ya hemos denunciado que estos documentos que hacen firmar, como los de “buen trato”, se hacen bajo presión, sus armas oficiales empuñadas, algunas veces apuntando las cabezas de los firmantes.
Es sabido ya que a mediados del año 2007 esta comunidad realizó un campamento de refugio humanitario en Puerto Nuevo Ité y posteriormente en la ciudad de Barrancabermeja. La muerte de un joven campesino de 21 años de edad el 25 de marzo del 2007 fue el detonante para que se diera el desplazamiento forzado de estas familias campesinas y el establecimiento del campamento humanitario. Ahora, a febrero de 2008, sucede lo mismo pero tenemos una muerte fríamente calculada y ejecutada por el Batallón Calibío de las Fuerzas Militares: el asesinato del presidente de la junta local de Cahucopana, Miguel Ángel González Gutiérrez, de 23 años. Además, la judicialización de los directivos de la ACVC, líderes naturales del campesinado regional. Y si en el año 2007 el presidente Uribe firmó unos acuerdos para garantizar la vida, trabajo y el territorio del campesinado de esta zona del país, pero estos acuerdos no fueron cumplidos por el gobierno, el presidente los violó, ¿ahora, en el 2008 qué podemos esperar? Ya lo estamos viendo.
La comunidad ha solicitado acompañamiento permanente de las organizaciones sociales en la región, como veedores, como garantes de la vida.
Hacemos un llamado a la comunidad nacional e internacional, a los humanos del mundo, a que miremos la grave situación que se está viviendo en la Zona de Reserva Campesina del valle del río Cimitarra y responsabilizamos al estado colombiano, a sus Fuerzas Militares de cualquier hecho que por su acción ponga en peligro a la comunidad
No dejaremos de defender y de pensar que una verdadera iniciativa de paz es agraria, es la defensa de nuestra Zona de Reserva Campesina, porque lo que defendemos es el derecho a la vida, el derecho al trabajo y el derecho a nuestra tierra.