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28.05.08: “Limpiar y mantener”: falsos positivos y eliminación de la organización social
27.05.08: Conferencia de solidaridad con la ACVC en Ginebra, Suiza
27.05.08: Audiencia especial en el parlamento europeo sobre la persecución estatal a la ACVC
16.05.08: Celebramos la libertad de Ramiro Ortega, repudiamos juicio a Miguel González Huepa
15.05.08: Sobrevivientes de masacre en Ecuador: Uribe acabó con esperanzas de miles de colombianos
14.05.08: Oposición colombiana acusa a Uribe de extraditar paramilitares para salvar a políticos
13.05.08: Jefe paramilitar asegura que todas las bananeras les pagaron ''impuestos'' a las AUC
28.07.13: Cierre de actividades de International Peace Observatory
30.05.13: Con irregularidades jurídicas y terror militar se pretende desplazar a la comunidad de Pitalito
21.05.13: El MOVICE apoya el retorno de la comunidad desplazada de Pitalito (Cesar)
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21.09.06
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Los habitantes de la vereda Santo Domingo, del municipio de Cantagallo, Sur de Bolívar, enfrentaron una difícil situación por el acantonamiento de tropas de la V Brigada del Ejército en su caserío, durante diez meses del año 2005. En este tiempo, los campesinos de esta comunidad tuvieron que enfrentar las detenciones arbitrarias, las torturas y los hostigamientos por parte de los militares. Además, en pleno centro del caserío y con la presencia de los militares allí, el 12 de noviembre de 2005 fueron asesinados con tiros de fusil dos miembros de la comunidad: la señora Diana Patricia Arrieta Rodríguez y el señor Wilson Bravo Niño, hecho que en toda la historia de Santo Domingo jamás se había presentado.
Por ello, y con el temor que generó la presencia de quienes se jactan de garantizar la “seguridad” de los colombianos, los campesinos se desplazaron de su caserío hacia veredas y parcelas cercanas. En febrero de 2006, los militares, al verse solos y sin la seguridad que le representaba la presencia de los campesinos ante un posible ataque guerrillero, abandonaron la zona, eso sí, no sin antes violentar las cerraduras de las viviendas y hurtar algunos bienes de la comunidad.
Ya estando el caserío sin la presencia de los militares, a mediados del mes de mayo de 2006 los campesinos de esta comunidad, en un acto de resistencia y de amor por la vida y su tierra, decidieron retornar a sus viviendas. Ahora, tras la experiencia vivida, han optado por transformar su territorio en un asentamiento humanitario, un espacio en el que sólo es permitido que residan civiles y por lo tanto, el acantonamiento de cualquier actor armado, legal o ilegal, está rechazado por la comunidad. Como dirían ellos: “entendemos que por aquí pase el Ejército, que pase la guerrilla, que pasen los paramilitares, pero no queremos que se queden viviendo aquí, que nos hagan rancha en el caserío”.
La decisión de convertirse en asentamiento humanitario fue tomada a partir de una reunión en la que los habitantes de Santo Domingo conocieron otras experiencias de comunidades en resistencia en el país, y en la que expidieron el siguiente pronunciamiento:
“Declaratoria de la comunidad de Santo Domingo”
Los habitantes de la vereda Santo Domingo, del municipio de Cantagallo, Bolívar, luego de una discusión interna y teniendo presente la difícil situación de violación a los derechos humanos que enfrentamos durante el año 2005, por el acantonamiento de los actores armados en nuestro caserío, hemos decidido defender nuestra dignidad y nuestro territorio convirtiéndonos en un asentamiento humanitario, entendiendo por él aquél en el que sólo residen civiles, y por lo tanto no es permitido que ningún actor armado, legal o ilegal, se asiente allí.
Para hacer posible la existencia de este espacio, hacemos las siguientes peticiones:
A los distintos actores armados, legales e ilegales, que hacen parte del conflicto político colombiano, que respeten nuestra condición de civiles y que no utilicen nuestro caserío ni sus alrededores para hacer acantonamientos, campamentos, o cualquier otro tipo de asentamiento. Al Estado colombiano, que haga presencia no armada en nuestro territorio. La presencia estatal en nuestra vereda ha sido exclusivamente militar, y desde hace dos años no contamos con profesor ni con promotora de salud. Por tanto, exigimos al Estado que en cumplimiento de su deber constitucional nos garantice el derecho a la salud y a la educación. Al gobierno nacional, que abandone su política de fumigación de cultivos de uso ilícito, y que por el contrario nos ofrezca alternativas económicas viables que permitan la sustitución de la coca y el desarrollo integral de nuestra región. A las organizaciones nacionales e internacionales defensoras de los derechos humanos, que acompañen nuestro proceso civilista y de defensa de nuestra vida y dignidad.Para que este proceso de asentamiento humanitario sea viable, nos comprometemos a:
1. Manifestarle colectivamente a todo actor armado, legal o ilegal, que intente asentarse en el caserío de Santo Domingo, nuestra decisión de ser un asentamiento humanitario y por lo tanto, nuestro rechazo a su acantonamiento en nuestro territorio.
2. Participar activamente en las actividades que por medio de la Junta de Acción Comunal de nuestra vereda, se adelanten para fortalecer nuestro proceso como asentamiento humanitario.
3. Crear formas de dar a conocer la decisión comunitaria de convertirnos en asentamiento humanitario.
(Dada a los 17 días del mes de septiembre del año 2006. Vereda Santo Domingo, municipio de Cantagallo, Magdalena Medio.)