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29.06.06
eltiempo.terra.com.co
Además, el 69 por ciento no cree tener riesgo de contraer sida. Muchas están sin trabajo, son víctimas de violencia por sus parejas y viven hacinadas.
Ser mujer, desplazada y vivir en zonas marginales en el país significa estar por fuera del mercado laboral legal, estar más propensas a quedar embarazadas y a carecer de servicios públicos.
Así lo revela la encuesta ‘Salud Sexual Reproductiva en zonas marginales: situación de las mujeres desplazadas’ que presentó ayer Profamilia en Bogotá. En esta se tomó como muestra 24 municipios, en los que se entrevistaron 2.163 hogares y 2.379 mujeres entre los 13 y 49 años (el 46 por ciento fue desplazada por el conflicto armado).
La investigación sostiene que el 38 por ciento de las mujeres están trabajando, pero tan solo el 11 por ciento están afiliadas a una EPS, por lo que se deduce que la mayoría de empleadores no les están pagando salud.
Sobre este mismo tema, tan solo el uno por ciento ha recibido ayudas de ubicación laboral y el 5 por ciento de capacitación. Casi el 90 por ciento ha recibido alimentos como ayuda humanitaria.
Jovencitas, embarazadas para salir de su casa
La encuesta revela, también, que el 34 por ciento de las mujeres entre 15 y 19 años están embarazadas o tienen un hijo y casi una cuarta parte han sufrido en una o más ocasiones un aborto o pérdida del bebé.
“En algunos casos, el embarazo es utilizado por las niñas para salir de su núcleo familiar, que muchas veces es muy hostil”, explica Gabriel Ojeda, director del estudio.
El uso de métodos anticonceptivos es bajo. El 30 por ciento de las mujeres no utilizan y el 69 por ciento creen que no están en riesgo de contraer enfermedades como el sida.
“Es muy preocupante saber que solo el 37 por ciento se han hecho una citología y que el resto sostenga que no lo hacen porque no les parece importante”, dice Ojeda.
La violencia intrafamiliar convive con estas mujeres. Casi la mitad (44 por ciento) de ellas han sido golpeadas por su pareja, el 57 por ciento reciben tratos desobligantes con palabras agresivas y el 18,5 fueron golpeadas durante el embarazo. A pesar de esto, estas mujeres no denunciaron al agresor.
A estos fenómenos se le agrega el tener viviendas que no cumplen con las necesidades. Solo la mitad de los hogares tienen acueducto público, el 61 por ciento no tienen sanitarios y en el 11 por ciento de los casos es compartido con la comunidad. Así mismo, la gran mayoría no tiene elementos como neveras.
En estas situaciones tan precarias viven, en estas zonas, un promedio de seis personas por casa (dos más que la media nacional).
La realidad de las zonas marginales
“En esta encuesta salió una tercera Colombia, que está muy por debajo del área rural”.
Isabel Plata, directora ejecutiva de Profamilia.
Lo que hay detrás de las cifras
“Hay importantes fallas en la educación sexual. Además, se acabó la salud pública”.
Gabriel Ojeda, director de la investigación.