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26.09.05
Humberto Ágredo, alias ‘Mario H.’, el emisario secreto de los paramilitares. Artículo de El Tiempo (24.09.05)
Desde hace varias semanas, la aparición de este hombre tiene inquieto a un puñado de poderosos líderes ‘paras’ e incluso a políticos locales.
Su nombre salió a relucir en el libro del ex presidente Andrés Pastrana ‘La palabra bajo el fuego’, donde revela que él era el emisario de las autodefensas que tan buena impresión causó en su Gobierno y que, incluso, llegó a reunirse con Abel Matutes, entonces ministro de Relaciones Exteriores del gobierno español.
“Guillermo (Fernández de Soto) quedó bastante sorprendido por la presencia y comportamiento de este interlocutor, quien resultó ser una persona con porte de empresario, muy culta e inteligente”, dice el ex presidente.
Pero además de ser el emisario oficial de esos acercamientos –que contaban con el aval de E.U.– en Ralito están seguros de que ese ‘Mario H.’ del que habla Pastrana es hoy el testigo estrella de la justicia estadounidense contra varios de sus líderes.
En tribunales de Nueva York se le conoce como CW3 (confidencial witness 3) –clave que le dio la DEA para protegerlo– y se le describe como un antiguo consejero del desaparecido líder ‘para’ Carlos Castaño.
Su credibilidad es tal, que su testimonio es uno de los pilares de la solicitud de extradición de Diego Murillo Bejarano, ‘Don berna’, la cual, ya fue aprobada por la Corte Suprema de Justicia y tan solo depende del beneplácito presidencial.
Según CW3, ‘Don berna’ es el principal abastecedor de droga del cartel del Norte del Valle y, en asocio con Vicente Castaño Gil, ‘El profe’, se queda con el cincuenta por ciento de las ganancias de los envíos que salen o pasan por zonas bajo su dominio.
“No hay duda, ‘Mario H.’ y el testigo de E.U. son el mismo”, aseguró hace algunas semanas un alto funcionario del Gobierno Uribe que participó activamente en los contactos con los ‘paras’ durante la era Pastrana.
Pero, ¿quién es ‘Mario H.’? ¿Por qué se fue en pleno proceso de paz y por qué le atribuyen testimonios clave contra los ‘paras’?
EL TIEMPO estableció plenamente que su verdadero nombre es Mario Humberto Ágredo Estupiñán, un ingeniero vallecaucano de 53 años, con una cicatriz en el rostro.
Ágredo vivió durante años en Europa oriental y, según la Fiscalía colombiana, participó en el ingreso ilegal de al menos 7 mil fusiles búlgaros que terminaron en manos de los hombres de Castaño: “Por eso tiene orden de captura vigente por tráfico de armas”, informó hace un par de días el ente acusador.
‘Macaco’ y ‘Jabón’
Y aunque Pastrana lo describe como una especie de espontáneo que estableció vínculos con Castaño vía Internet, según fuentes ‘paras’, Ágredo era un viejo conocido del Bloque Central Bolívar y de la mafia del Valle, que terminó siendo el confidente del ex líder de las autodefensas.
“Castaño lo conoció por ‘Macaco’ –jefe del Bcb– y su carta de presentación fue que él le había vendido a ese bloque 6 mil fusiles nuevecitos”, dice una de las fuentes.
Y agrega que el vínculo de Ágredo con la mafia del Valle quedó en evidencia en enero del 2003 cuando Castaño se reunió con un grupo de narcos en ‘El Vergel’, la finca favorita del capo Hernando Gómez, ‘Rasguño’, preso en Cuba.
Uno de los asistentes a la reunión dijo que el señalado narcotraficante Wilber Varela, ‘Jabón’, le reclamó a Ágredo el incumplimiento en un envío de armas. La misma fuente asegura que desde entonces, el consejero de Castaño tenía contactos directos con la DEA.
Esos contactos –y el suministro de 7 mil fusiles búlgaros AK-47– hicieron que Castaño, entonces jefe supremo de las autodefensas, convirtiera a Ágredo en su hombre de confianza y lo nombrara vocero ante el gobierno Pastrana.
En la era Uribe
Incluso, Castaño intentó hacer todo tipo de gestiones para que su amigo y continuara los contactos con el gobierno Uribe y procuró que la vía de esos nuevos acercamientos fuera el senador Mario Uribe.
La razón: además de ser familiar del mandatario (primo de su padre), el senador realizó una labor humanitaria para que Castaño liberara a siete congresistas que tenía retenidos.
En desarrollo de esa gestión, el senador Uribe viajó al sur de Bolívar en noviembre del 2000 a entrevistarse con el propio Castaño. Con él se trasladaron el defensor del pueblo de la época, Eduardo Cifuentes; y el entonces procurador, Jaime Bernal.
Y aunque Ágredo logró reunirse en una ocasión con el congresista antioqueño, la gestión nunca prosperó.
“Un periodista muy amigo me lo presentó en una cafetería de Bogotá. Como hago con todo el mundo, lo escuché e hizo algunos planteamientos sobre el tema de la paz, pero no me parecieron sólidos y nunca más volví a verlo. Se trató de algo informal, nunca de una gestión oficial. Que eso quede claro”, le dijo a EL TIEMPO el senador Mario Uribe.
Para entonces, mediados del 2003, los intentos de acercamiento de Castaño con E.U. y el fraccionamiento de las Auc debido al tema del narcotráfico, hicieron que la unión ‘para’ se hiciera pedazos y que Ágredo quedara en el bando más débil: el de su amigo Carlos Castaño.
De vocero a testigo
Y cuando un ala ‘para’ desató una persecución contra Castaño, Ágredo se convirtió en objetivo militar.
La ofensiva comenzó el 27 de febrero del 2004 cuando asesinaron en el expendio de carnes La Tuna, en el barrio Moravia de Medellín, a Luis Ángel Gil Zapata, familiar de Castaño, quien portaba una cédula a nombre de Agustín Muñoz Martínez.
Seis días después, el abogado Húber Duque, asesor jurídico de Castaño, fue asesinado en el polideportivo de esa ciudad. Y dos días más tarde fue secuestrado Carlos Valencia Guizao en la Central Mayorista.
“El día que mataron al abogado Duque, Ágredo salía de la urbanización Ciudadela Los Laureles, donde vivía su hijo Hans Ágredo Caballero. Varios sujetos intentaron secuestrarlo y no sé cómo se salvó. Por eso y por la posterior desaparición de Castaño, pasó de ser vocero de las Auc a testigo de E.U.”, manifestó un empresario cercano a Ralito.
Y hace unas semanas un alto funcionario del Gobierno Uribe aseguró: “Sé que a instancias de Ágredo, Castaño alcanzó a hacer contactos con la embajada de E.U. Me imagino que ahora ‘Mario H.’ debe andar por la República Checa”.
EL TIEMPO intentó hablar con el abogado de Ágredo, pero al cierre de esta edición no había respondido.